viernes, 22 de febrero de 2013

RAYO, EL CABALLITO DE MAR

Hace justo tres años (como pasa el tiempo!!) que envié a mis compañeros de kayak la historia que viene a continuación. Trata de un caballito de mar... que al final resulta que se llamaba Rayo!



Rayo (fuente:El Levante)




El caballito de mar



Ayer domingo me pasó algo muy curioso mientras paseaba con el kayak ...



A última hora de la mañana, aprovechando que Marta se quedaba un rato con el niño, decido ir rápido a sacar un ratito el kayak. El mar estaba bastante tranquilo y el viento al principio de la salida soplaba de N, aunque fue calmando a lo largo de la mañana.



Ya acabando mi paseo, dirigiéndome al Mercantil, a la altura del Serradal (al N del espigón grande de la desembocadura de la acequia), veo mar adentro algo oscuro flotando. ¡Delfines!... pienso, pero no distinguía el típico movimiento de éstos, con el lomo apareciendo y desapareciendo de la superficie. Lo siguiente que pensé es que podía tratarse de algún cetáceo más grande herido o con algún problema. Decido acercarme al objeto... a medida que voy llegando me doy cuenta de que no es ningún tipo de cetáceo, quizás un tronco... Cuando estoy a unos cincuenta metros no puedo dar crédito a lo que veo: ¡UN CABALLO! Sí, un caballo vivo a unos quinientos metros de costa nadando y resoplando.



Saco el móvil del chaleco y llamo a Salvamento Marítimo. Me atiende una mujer a la que le explico mi hallazgo con un –aunque parezca mentira, me acabo de encontrar un caballo vivo en medio del mar- Me ofrezco a quedarme en el sitio hasta que venga la lancha para marcar la zona y que puedan encontrar al caballo, ella me pide que me quede pendiente del teléfono hasta que me llamen los de Salvamento. A los cinco minutos me suena el teléfono, son los de Salvamento y me informan que en unos veinte minutos estarán en la zona.



Mientras empiezo mi espera me acerco un poco más al caballo (¡tiene el bocado y riendas!) y veo que se asusta al verme cerca. Me doy cuenta de que si lo persigo puedo ir dirigiéndolo a tierra. Así que empiezo a intentar llevarlo hacia la playa, pensando en que es la única forma de sacarlo, porque a ver cómo suben los de Salvamento un caballo a la lancha... Pero me doy cuenta que si sale a la playa y no hay nadie para sujetarlo se puede armar una buena. Total, que vuelvo a llamar a la de Salvamento y le pregunto si sabe si hay alguien en la playa pendiente del caballo. Me contesta que hay una patrulla de la policia y los dueños del caballo esperando en la playa. Con esta información continúo más tranquilo dirigiendo al caballo hacia la playa. Cuando me encuentro a unos doscientos metros de la línea de costa ya veo como dos personas me hacen señales y distingo el coche de la policia. Poco a poco, maniobrando detrás del caballo para poder ir asustándolo hacia la playa, consigo que el caballo haga pie. Se levanta y completamente desorientado empieza a galopar paralelo a la playa. En ese momento llega la semirrígida de la Cruz Roja con tres tripulantes, pero se quedan a una distancia prudencial para no tocar con la hélice. Al final, uno de los que estaban esperando al caballo consigue cogerlo por las riendas y lo controla.



La lancha de la Cruz Roja se va y yo salgo un momento a la playa. Veo que el caballo tiene una pequeña rozadura en la pata pero parece estar en buen estado. Se me acercan las dos personas que estaban esperando en la playa para dar las gracias. Resulta que son los cuidadores; el caballo (al final era un potro) se les había escapado en la hípica que hay por allí cerca (creo que en los alrededores del aeródromo). Al parecer se había espantado por la acequía, acabando en el mar, dónde desorientado había nadado hasta dónde yo lo ví. Los cuidadores ya lo habían dado por perdido porque estaba ya muy lejos de costa y no conseguían verlo. ¡Es increible lo que puede nadar un bicho de estos! Al rato aparecen los dueños del potro, me dan las gracias y la policia me toma los datos. Y yo, pues nada, a volver remando al Mercantil, a las 15:00 y sin comer....



Importante:

-   Llevar a mano el móvil y tener grabado el número de Salvamento Marítimo (o Port Control): 964737202.

-      Tener en cuenta que la lancha de Salvamento puede tardar pefectamente media hora desde el puerto (que está al lado...).

-   Llevar en el chaleco una barrita energética (la mayoría tienen envoltorios que aguantan bien en el agua).

-         ¡¡¡¡Siempre hay que coger la cámara de fotos!!!! Yo no la llevaba ... :-((

-         Según la Ley del Mar cualquier hallazo realizado en el mar pertenece a la persona que lo realiza. Por lo tanto, me podría haber ido a casa montado en un bonito potro purasangre... pero, como no encontré la forma de cargar también con el kayak decidí dejarlo con sus antiguos-nuevos dueños y echarme de nuevo a la mar ;-)).


   Y lo que dijo la prensa (que no tiene desperdicio...)