El caballito de mar
Ayer domingo me pasó algo muy curioso mientras
paseaba con el kayak ...
A última hora de la mañana, aprovechando que Marta
se quedaba un rato con el niño, decido ir rápido a sacar un ratito el kayak. El
mar estaba bastante tranquilo y el viento al principio de la salida soplaba de
N, aunque fue calmando a lo largo de la mañana.
Ya acabando mi paseo, dirigiéndome al Mercantil, a
la altura del Serradal (al N del espigón grande de la desembocadura de la
acequia), veo mar adentro algo oscuro flotando. ¡Delfines!... pienso, pero no
distinguía el típico movimiento de éstos, con el lomo apareciendo y
desapareciendo de la superficie. Lo siguiente que pensé es que podía tratarse
de algún cetáceo más grande herido o con algún problema. Decido acercarme al
objeto... a medida que voy llegando me doy cuenta de que no es ningún tipo de
cetáceo, quizás un tronco... Cuando estoy a unos cincuenta metros no puedo dar
crédito a lo que veo: ¡UN CABALLO! Sí, un caballo vivo a unos quinientos metros
de costa nadando y resoplando.
Saco el móvil del chaleco y llamo a Salvamento
Marítimo. Me atiende una mujer a la que le explico mi hallazgo con un –aunque
parezca mentira, me acabo de encontrar un caballo vivo en medio del mar- Me
ofrezco a quedarme en el sitio hasta que venga la lancha para marcar la zona y
que puedan encontrar al caballo, ella me pide que me quede pendiente del
teléfono hasta que me llamen los de Salvamento. A los cinco minutos me suena el
teléfono, son los de Salvamento y me informan que en unos veinte minutos
estarán en la zona.
Mientras empiezo mi espera me acerco un poco más
al caballo (¡tiene el bocado y riendas!) y veo que se asusta al verme cerca. Me
doy cuenta de que si lo persigo puedo ir dirigiéndolo a tierra. Así que empiezo
a intentar llevarlo hacia la playa, pensando en que es la única forma de
sacarlo, porque a ver cómo suben los de Salvamento un caballo a la lancha...
Pero me doy cuenta que si sale a la playa y no hay nadie para sujetarlo se
puede armar una buena. Total, que vuelvo a llamar a la de Salvamento y le
pregunto si sabe si hay alguien en la playa pendiente del caballo. Me contesta
que hay una patrulla de la policia y los dueños del caballo esperando en la
playa. Con esta información continúo más tranquilo dirigiendo al caballo hacia
la playa. Cuando me encuentro a unos doscientos metros de la línea de costa ya
veo como dos personas me hacen señales y distingo el coche de la policia. Poco
a poco, maniobrando detrás del caballo para poder ir asustándolo hacia la
playa, consigo que el caballo haga pie. Se levanta y completamente desorientado
empieza a galopar paralelo a la playa. En ese momento llega la semirrígida de
la Cruz Roja con tres tripulantes, pero se quedan a una distancia prudencial
para no tocar con la hélice. Al final, uno de los que estaban esperando al
caballo consigue cogerlo por las riendas y lo controla.
La lancha de la Cruz Roja se va y yo salgo un
momento a la playa. Veo que el caballo tiene una pequeña rozadura en la pata
pero parece estar en buen estado. Se me acercan las dos personas que estaban
esperando en la playa para dar las gracias. Resulta que son los cuidadores; el
caballo (al final era un potro) se les había escapado en la hípica que hay por
allí cerca (creo que en los alrededores del aeródromo). Al parecer se había
espantado por la acequía, acabando en el mar, dónde desorientado había nadado
hasta dónde yo lo ví. Los cuidadores ya lo habían dado por perdido porque
estaba ya muy lejos de costa y no conseguían verlo. ¡Es increible lo que puede
nadar un bicho de estos! Al rato aparecen los dueños del potro, me dan las
gracias y la policia me toma los datos. Y yo, pues nada, a volver remando al
Mercantil, a las 15:00 y sin comer....
Importante:
- Llevar a mano el móvil y
tener grabado el número de Salvamento Marítimo (o Port Control): 964737202.
- Tener en cuenta que la lancha
de Salvamento puede tardar pefectamente media hora desde el puerto (que está al
lado...).
- Llevar en el chaleco una
barrita energética (la mayoría tienen envoltorios que aguantan bien en el agua).
-
¡¡¡¡Siempre hay que coger la
cámara de fotos!!!! Yo no la llevaba ... :-((
-
Según la Ley del Mar
cualquier hallazo realizado en el mar pertenece a la persona que lo realiza.
Por lo tanto, me podría haber ido a casa montado en un bonito potro purasangre...
pero, como no encontré la forma de cargar también con el kayak decidí dejarlo
con sus antiguos-nuevos dueños y echarme de nuevo a la mar ;-)).
Y lo que dijo la prensa (que no tiene desperdicio...)
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